Historias de La Inseguridad S.A, episodio nº 3

sábado, 28 de enero de 2012


Empresas "colaboradoras" del INEM

Las empresas de seguridad se están convirtiendo últimamente en verdaderas agencias colaboradoras del INEM, pero no por la creación de empleo, al contrario, por la destrucción masiva de puestos de trabajo. Contrato que cumple, trabajador que dejan en paro, ya sea bueno, regular o malo. Y las oficinas cada vez con menos personal de apoyo al trabajador: donde había cuatro Jefes de Servicios, ahora dos… con doble de carga de trabajo. Donde había cinco inspectores, ahora tres, pero a reventar de trabajo… ¡y todo incluido! Que el personal de oficinas no tiene derecho a saber que son eso de las horas extras, aunque se tengan que queda fuera de jornada sacando la faena…

Atrás quedaron los años gloriosos donde toda mano de obra era poca, donde los comerciales eran “los reyes del mambo” y no importaba demasiado el perfil del trabajador: uniforme y ¡a facturar!. De los años de La Locura hemos pasado a los años de La Pesadilla. Da miedo ver como, hoy por hoy, alrededor del 60 % del personal habilitado esta en situación de desempleo (6 vigilantes de cada 10). Con este panorama, las empresas no pueden pretender seguir teniendo los mismos beneficios. Y es que, acostumbrados a ganar dineros a espuertas en los años de bonanza, ahora nos dice la patronal que entran en pérdidas, cuando en realidad lo que pasa es que no sacan tantas ganancias.

Y empiezan a recortar: del vestuario, del kilometraje, de las dietas, de las pagas, del IPC y, para colmo, abusando del comodín de los ERES. Y algunas consideran ya normal pagar mal y tarde, dejarte una mensualidad atrás, abonarte la mitad de la paga extra, darte coba y no cogerte el teléfono… Eso si, en sus páginas web presumen de responsabilidad social corporativa, de códigos éticos, de integridad, de controles de calidad, toda una serie de “literatura barata” que ya nadie se cree y que más les valdría retirar hasta que esto mejorara.

Ahora se está imponiendo una moda que trae de cabeza a los trabajadores de nuestro gremio: Echar a la calle a los directivos y los mandos intermedios de toda la vida y re-cambiarlos por otro tipo de jefes con poca o nula sensibilidad; que no conozcan a nadie y dispuestos a cualquier cosa por reflotar la empresa. Y a los trabajadores a dejarlos a pan y agua… Ellos con sus coches de Gama Alta y sus oficinas “a todo tren”, que una cosa no tiene nada que ver con otra. Ahí no hay recortes que valgan.

Lo dicho, cuando tengas que pasarte por las oficinas de tu empresa, que no se te haga extraño ver a un operario rotulando junto al logo de tu empresa otro que reza: “empresa colaboradora con el INEM”. Y es que amigos y amigas, la Inseguridad S.A es mucha inseguridad.

¿Porqué la crisis la pagamos los de siempre?

martes, 17 de enero de 2012

Parece que nadie quiere enfocar esta parte del problema pero, es una realidad que en tiempo de crisis las empresas más importantes y las grandes fortunas evaden pagar sus impuestos depositando sus fondos o invirtiendo en paraísos fiscales, lo que afecta gravemente en el déficit público y en la destrucción del estado del bienestar. La Unión Europea está tomando casi a diario decisiones que afectan a nuestro futuro, pero ninguna de ellas va encaminada en la dirección de luchar contra el fraude y los paraísos fiscales. Eso sí, desde que en 2007 estalló la crisis la U.E ha destinado, destina y destinará millones de euros públicos para sanear las cuentas de la banca privada. Mientras tanto la ciudadanía debe soportar con resignación durísimos recortes sociales, reducción de salarios y pensiones, despidos, privatizaciones, eliminación de servicios sociales básicos... y así un larguísimos etcétera.

La seguridad privada ha pagado en sus carnes las consecuencias de la grave crisis económica y sus trabajadores han soportado severamente las envestidas de una patronal que no está acostumbrada a recortar sus márgenes de beneficios. Los tres últimos años hemos observado como nos han congelado el salario mientras las empresas le seguían repercutiendo el IPC a sus clientes. Ahora, justo cuando toca actualizar nuestro sueldo, van y nos dicen que no tienen forma de hacer frente a esta subida y que, de hacerla efectiva, va a afecta gravemente al sostenimiento del empleo. La realidad es que alrededor del 60 por ciento del personal habilitado se encuentra inactivo en la actualidad y que, de los que sí tienen la suerte de trabajar, la mayoría manifiesta no llegar a final de mes, ya que su salario no llega a alcanzar ni los 900 euros. Nuestro sector se ha convertido en un un gremio con una mano de obra barata, con condiciones precarias y una alta peligrosidad. Pero las empresas no están contentas y nos dicen que tenemos que estarles eternamente agradecidos y que, seguramente, habrá que sacrificarse un poco más.

¿Hasta dónde?