Historias de la Inseguridad S.A Capítulo 10

viernes, 31 de agosto de 2012

“Prácticas indeseables”

Es la última moda en las empresas de seguridad privada, y no solo en las que juegan en la segunda división ¡en todas y cada una de las empresas! hasta las más punteras se suben ya al carro: Cuando va un trabajador su oficina a reclamar cualquier asunto (me falta horas, no me cuadra la nómina, no me habéis metido el kilometraje, me falta uniformidad, llevo 15 días seguido trabajando y necesito descansar, me habéis cambiado 5 veces en un mes mi cuadrante…) o a comunicar una irregularidad en su servicio (no funcionan las cámaras, no tengo equipos de protección, en caso de emergencia no tengo forma de comunicarme, las vallas del servicio están rotas y me entran por todos los lados, no tengo acceso a los aseos, ni linterna, etc…) sus mandos intermedios le repiten un estribillo muy bien aprendido: “con la que está cayendo y tú no paras de pedir, lo que hay es lo que hay” y si la cosa va a mayores, le saltan directamente a la yugular: “que sepas que va a haber recortes y sobra personal, tu verás lo que haces”

Hay que estar muy atentos porque además de estas prácticas “poco ejemplares” que forman parte de nuestro día a día, la crueldad del entramado empresarial no se queda ahí y llega hasta el punto de aprovechar al máximo todas y cada una de las ventajas de la nueva y flexible legislación laboral para precarizar la situación de sus asalariados hasta límites insospechados. Y es que corren malos tiempos para los trabajadores confiados, despistados y “creimes o penseques…” pues cuando menos te lo esperas, te vacía tus derechos en un santiamén, te asaltan la nómina o te cambian el contrato de trabajo sobre la marcha, todo ello casi sin que te des cuenta.

A pesar del negro panorama que se nos presenta, todavía hay margen legal para defendernos de las prácticas empresariales abusivas, indeseables y fuera de toda ética empresarial, de esas que convierten en papel mojado los “códigos morales y los estándares de calidad y excelencia” colgados en las principales webs de las empresas del gremio. No las debemos consentir y no son aceptables, ni en tiempos de bonanza, ni en tiempos de crisis. Por eso seguimos insistiendo a los trabajadores que ahora más que nunca, hay que estar alerta y muy pendientes a los cambios de horarios, jornadas, cuadrantes, cómputos, centros de trabajo, etc. que nos puedan intentar colar. No dudes en consultar a tus representantes sindicales una y otra vez, las veces que haga falta. No te avergüences por ello, pues al fin y al cabo estás defendiendo lo tuyo. Muchas veces perdemos un tiempo fundamental en dar el paso y cuando nos damos cuenta ya es tarde, ya que las reclamaciones para estos casos tienen un tiempo muy limitado. Ante las prácticas indeseables de las empresas tóxicas de la seguridad privada solo nos queda un camino: la lucha y el inconformismo. Compañero no seas confiado, infórmate, rebélate, asóciate, pelea por lo tuyo pues los derechos que pierdas hoy, no los volverás a recuperar en años.

Ahora más que nunca,
defiende tus derechos o despídete de ellos.

¿En qué país viven estos señores?


Reproducimos la entrevista realizada al Diputado por las Cortes Guillermo Collarte, paradigma de una clase política más extendida de lo que todos deseamos y claro exponente de por qué la sociedad española señala a la politica entre las tareas más desprestigiadas en la actualidad. Este elemento dice que "las pasa canutas" con 5100 euros al mes, dietas y desplazamientos aparte. ¿En que país viven?. Más de un político tenía que vivir en una familia con 2 hijos y con ingresos que no superen los 800 euros, con una hipoteca que pagar y el colegio empezando a la vuelta de la esquina... 


Guillermo Collarte, diputado del PP: «Gano unos 5.100 euros al mes y las paso bastante canutas»


«Creo que no tengo madera de parlamentario». Lo confiesa Guillermo Collarte (Ourense, 1954), que dejó solo hace unos meses la dirección corporativa de Isolux Corsán para dedicarse a la política como el fichaje estrella del PP de Ourense para las últimas municipales. Al poco de llegar al Congreso, recibió una oferta para volver al sector privado que no quiere concretar. «Fue una decisión que me costó mucho tomar, pero ahora ya tengo asumido que soy diputado y tengo que ejercer como tal», afirma.

-¿Le decepcionó no ocupar ningún cargo en el Gobierno?
-No te oculto que una cierta decepción sí que supuso. No por el aspecto personal, pero sí porque me parecía que podía ser mucho más aprovechable, pero los señores de arriba consideraron que debo estar en el grupo y que hay otra gente que se supone que está más capacitada o que reúne más condiciones que yo.

-¿Es compatible su escaño con su responsabilidad como edil?
-Le di muchas vueltas a eso porque tres semanas al mes tengo que estar en Madrid y eso te desconecta un poco de la ciudad, pero si dejara de ser concejal me desconectaría más aún. Reconozco que probablemente lo lógico es que sea concejal un señor que está permanentemente aquí, pero yo tengo un compromiso. No sé si hay mucha o poca gente que votó esas listas porque iba yo, pero aunque fuera solo uno me llega.

-Los políticos están en el punto de mira. ¿Usted se siente útil en el Congreso teniendo en cuenta que no ha firmado aún ni una iniciativa parlamentaria?
-Claro, pero porque normalmente el grupo que está en el Gobierno no hace eso. Yo presentaría montones, pero si tienes iniciativas las hablas con la dirección del partido o con el Gobierno. El BNG tiene dos diputados que presentan todos los días 5 o 6 y da la sensación de que los diputados del grupo de gobierno solo vamos a levantar la mano, pero es que es así. El papel de diputado lleva mucho de ser bien mandado, pero esto está configurado así.

-Se le ha criticado mucho por cobrar las dietas para desplazamientos pese a tener vivienda en Madrid, ¿por qué lo hace?
-Cuando salió la noticia de que Toni Cantó renunciaba a la dieta porque reside en Madrid, yo fui a renunciar, pero me dijeron que formalmente no puedo. Toni lo que hace es donar la diferencia a una oenegé, creo.

-Pero ¿ve justificado ese complemento?
-Depende de lo que hagas. Yo vengo a Ourense todas las semanas y es verdad que nos pagan los billetes y que aquí vivo en casa de mi madre, pero como fuera, ceno fuera y la gasolina me la pago yo. Si un diputado vive en Madrid, tiene que hacer el viaje inverso para ir a su circunscripción. Entre los 416 euros que me dan por ser concejal, que no me llega para nada, los 4.200 netos más o menos que gano como diputado y los 290 que me dan por los trienios como funcionario de la Xunta, en total gano unos 5.100 euros y las paso bastante canutas. Reconozco que soy un privilegiado, pero viniendo del nivel de ingresos que tenía es un palo muy grande.