“Tiempo de rebajas laborales”
Se están perdiendo las maneras. Y las formas. Desde que se publicó a mitad de Febrero la Reforma Laboral las empresas se han puesto las pilas y están aplicando “a destajo” las medidas que facilitan el despido. Estamos en “tiempos de rebajas laborales” y los empresarios de nuestro gremio, tienen además en sus manos “la cuadratura del círculo”. Cuando un vigilante tiene el más mínimo fallo o incidente en su trabajo, los departamentos de Recursos Humanos lo tienen claro: expediente informativo, falta muy grave y a la calle. Y luego ya veremos que pasa si el trabajador denuncia el despido. Es desgarrador ver como las empresas abusan de un recurso que, aunque amparado por la legalidad, es totalmente injusto. Lo que ahora sirve para justificar un despido, años atrás casi era un asunto menor, que en el peor de los casos llevaba acarreada una sanción de empleo y sueldo mínima.
Dentro de este engranaje se ha reactivado la actividad de los mandos intermedios que se tiran a la calle –como hace tiempo que no se les veían– en busca de vigilantes fuera de su sitio. La consigna en bien clara. Aligerar la plantilla que nos sobra personal. Y lo peor de todo esto es que ya no hay casi diferencia entre empresas de primera y de segunda. Todas están hiperactivas con la locura de la reforma. Y actúan con el mismo criterio. No hace tanto tiempo que los directivos de las grandes empresas de seguridad te sermoneaban cuando se les presentaba la más mínima oportunidad: “no sabe usted la suerte que tiene de trabajar en una gran compañía”… “nosotros jamás nos podremos poner a la altura de las empresas de segunda clase”… “en los momentos de crisis es cuando realmente se nota que uno trabaja para un empresa solvente”. Todo eso se ha ido al garete y –lamentablemente– se han cogido de la mano para actuar del mismo modo. La prueba más palpable es el poco trabajo que les ha costado ponerse de acuerdo para robarle al bolsillo de sus empleados los 45 euros que les tocaba subirles por convenio para el 2012.
Ahora, hasta al más eficiente de los vigilantes, como tenga la mala suerte de que le cumpla el contrato, tiene muchas posibilidades de que le dejen parado. “debemos prescindir de tus servicios, pero ya te llamaremos cuando mejore la cosa”. Y si no, a firmar cada quince días. Finiquito y firma… finiquito y firma. ¡Como para andar reclamando que no se le paga el kilometraje, o que no descansa lo que tiene que descansar! Al final va a tener razón un compañero recién prejubilado cuando nos decía “habéis dado en el clavo con vuestros artículos, porque La Inseguridad S.A se va a poner de moda y se va a llevar mucho…” Lo malo de todo esto es que "las rebajas laborales" parecen ir más allá de una moda pasajera, están pensadas para quedarse entre nosotros durante varias temporadas.
1 comentarios:
Te felicito por el artículo, es de lo más realista y además lo comparto al 100%. Saludos.
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