“Prácticas indeseables”
Es la última moda en las empresas de seguridad privada, y
no solo en las que juegan en la segunda división ¡en todas y cada una de las
empresas! hasta las más punteras se suben ya al carro: Cuando va un trabajador
su oficina a reclamar cualquier asunto (me falta horas, no me cuadra la nómina,
no me habéis metido el kilometraje, me falta uniformidad, llevo 15 días seguido
trabajando y necesito descansar, me habéis cambiado 5 veces en un mes mi
cuadrante…) o a comunicar una irregularidad en su servicio (no funcionan las
cámaras, no tengo equipos de protección, en caso de emergencia no tengo forma
de comunicarme, las vallas del servicio están rotas y me entran por todos los
lados, no tengo acceso a los aseos, ni linterna, etc…) sus mandos intermedios
le repiten un estribillo muy bien aprendido: “con la que está cayendo y tú no
paras de pedir, lo que hay es lo que hay” y si la cosa va a mayores, le saltan directamente
a la yugular: “que sepas que va a haber recortes y sobra personal, tu verás lo
que haces”
Hay que estar muy atentos porque además de estas
prácticas “poco ejemplares” que forman parte de nuestro día a día, la crueldad
del entramado empresarial no se queda ahí y llega hasta el punto de aprovechar
al máximo todas y cada una de las ventajas de la nueva y flexible legislación
laboral para precarizar la situación de sus asalariados hasta límites
insospechados. Y es que corren malos tiempos para los trabajadores confiados, despistados y “creimes o
penseques…” pues cuando menos te lo esperas, te vacía tus derechos en un
santiamén, te asaltan la nómina o te cambian el contrato de trabajo sobre la
marcha, todo ello casi sin que te des cuenta.
A pesar del negro panorama que se nos
presenta, todavía hay
margen legal para defendernos de las prácticas empresariales abusivas, indeseables
y fuera de toda ética empresarial, de esas que convierten en papel mojado los “códigos
morales y los estándares de calidad y excelencia” colgados en las principales
webs de las empresas del gremio. No las debemos consentir y no son aceptables,
ni en tiempos de bonanza, ni en tiempos de crisis. Por eso seguimos insistiendo
a los trabajadores que ahora más que nunca, hay que estar alerta y muy
pendientes a los cambios de horarios, jornadas,
cuadrantes, cómputos, centros de trabajo, etc. que nos puedan intentar colar. No
dudes en consultar a tus representantes sindicales una y otra vez, las veces
que haga falta. No te avergüences por ello, pues al fin y al cabo estás
defendiendo lo tuyo. Muchas veces perdemos un tiempo fundamental en dar el paso
y cuando nos damos cuenta ya es tarde, ya que las reclamaciones para estos
casos tienen un tiempo muy limitado. Ante las prácticas indeseables de las
empresas tóxicas de la seguridad privada solo nos queda un camino: la lucha y
el inconformismo. Compañero no seas confiado, infórmate, rebélate, asóciate,
pelea por lo tuyo pues los derechos que pierdas hoy, no los volverás a
recuperar en años.
Ahora más que nunca,
defiende tus derechos o despídete de
ellos.
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